domingo, 26 de octubre de 2014

Lo que no se ve, existe: La enfermera invisible

Reproduzco, a continuación, la entrada publicada en varios blogs sanitarios, ampliando por mi parte, la mención de honor que se merecen estos profesionales a los equipos de transporte sanitario extrahospitalario.
Con motivo de la rueda de prensa ofrecida en día 22 de Octubre de 2014, en la que el único compareciente fue el “equipo médico” que ha atendido a Teresa Romero, un grupo de profesionales de la salud conscientes de que en la foto aparecida acompañando el texto faltaban el resto de actores de la noticia, queremos mostrar nuestro desacuerdo con el modo en el que los medios informativos han transmitido la noticia de la curación de Teresa, obviando el trabajo realizado por el resto de profesionales sanitarios (el denominado equipo sanitario) que, en realidad, han copado el 90% de las actuaciones y entradas a la habitación de aislamiento de nuestra compañera.
Este equipo no esta solo formado por médicos sino que en el se engloban enfermeros, TCAE, celadores, limpiadores y resto de profesionales sanitarios que han participado en el cuidado y seguirán participando en el cuidado de los (esperemos que esto no pase) contagiados por el virus EVE (ébola) en España.
Para materializar nuestra indignación y poner el foco de atención sobre esta situación, hemos redactado una carta a un posible director de medios de comunicación, expresando nuestro malestar y argumentando nuestra postura (te la puedes descargar como pdf en el siguiente enlace): CARTA AL DIRECTOR.

LO QUE NO SE VE, EXISTE. LA ENFERMERA INVISIBLE

“Lo esencial es invisible a los ojos” Antoine de Saint-Exupery. El principito.

Estimado Señor Director:

La realidad de la atención sanitaria la componen, además de los médicos, un nutrido grupo de profesionales, todos igual o más importantes que estos. En este grupo se encuentran las enfermeras, las auxiliares de enfermería, los celadores, y más integrantes del equipo sanitario.

Somos conscientes que es mucho más fácil señalar al equipo médico pero en el caso particular de Teresa Romero, dadas las circunstancias en las que contrajo la enfermedad que amenazó su vida y las particularidades de la atención a los pacientes aislados por Virus Ébola (EVE), el 95% de las intervenciones en la habitación las realiza personal de enfermería. Porque para que una persona supere una enfermedad, además de diagnóstico y tratamiento farmacológico necesita cuidados (técnicas y procedimientos específicos de enfermería), apoyo psicológico, pruebas complementarias, alimentación, limpieza, etc. Esto no es una excepción de esta epidemia, sino que es la realidad de cualquier situación de aislamiento.

Por eso no nos parece de recibo que sólo comparezca en el momento de dar la noticia de la superación de la enfermedad la parte del equipo que solo asumió un 5% del riesgo. Y aunque no es la primera vez que se nos obvia, sí es la que más trascendencia tiene.

Las enfermeras de este país sentimos una profunda (y continua) falta de reconocimiento social, político y profesional. Nos sorprende que en este caso en particular su periódico no se haga eco de esta realidad y nos indigna que, en general, a la hora de hablar de atención sanitaria se contemple como un entramado al servicio de una única profesión. Es indignante que pase inadvertida la alta especificidad, cualificación y capacitación técnica de la enfermería española, más aún teniendo en cuenta la alta consideración que si tienen esta profesión fuera de nuestras fronteras. Aún ahora en muchas noticias de los medios de comunicación se refieren a las enfermeras como “ATS” siglas que encierran ese significado de ayuda, servilismo y falta de identidad propia que hemos superado hace ya más de 30 años, cuando los estudios básicos de nuestra profesión pasaron a ser impartidos en la universidad... pero eso es otra historia.

Sirva la presente como muestra de nuestro más sincero reconocimiento a todo el personal implicado en el cuidado de todos pacientes y usuarios de la sanidad y no sólo de Teresa Romero.

FDO. Una enfermera cualquiera. 

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sábado, 4 de octubre de 2014

Indicaciones claras, concretas y precisas


Gracias al blog del Servicio de Urgencias del Hospital de San Eloy (Baracaldo-Barakaldo, Vizcaya-Bizkaia) he podido ver el nuevo Código Infarto en Bizkaia.

Mis felicitaciones por lograr un consenso tan amplio entre el servicio de emergencias y los servicios de urgencias y de cardiología de los hospitales de la provincia-Territorio Histórico.

Peeero, siempre hay un pero, cuando veo la asignación para ICP (que aunque no explica el significado de las siglas, tratándose de este tema supongo que será Intervención Coronaria Percutánea y no Interruptor de Control de Potencia que es lo que usa Iberdrola para cortar la luz si te pasas del consumo contratado), sigo, que me enrollo con los detalles y no llego al meollo.

Pues bien, veo que si vives en una localidad de la Comarca Interior (que incluye a Durango, Guernica, Bermeo, Galdácano y Basauri, entre otras) o pasabas por allí cuando te da un infarto, hay unos días de derivación a unos hospitales u otros y además un horario que cumplir.



Se dirá que es que el servicio de hemodinámica del H. de Galdácano no realiza guardias, que si la falta de personal, que si el ajuste presupuestario, que si…

Pero no me negarán ustedes que tiene que ser de traca (por no decir desesperante) para el equipo asistencial (H. Comarcal, consultorio, centro de salud o ambulancia) tener que mirar si es sábado, son las 14,45 h. de un lunes, es festivo en Galdácano o el dia es par o impar para trasladar al paciente a un sitio u otro, con el agravante de que si está cerrado, hay 30 minutos más de carretera hasta el siguiente hospital.

Si andamos justos de tiempo, a lo mejor es más eficaz realizar una fibrinolisis a pie de cama y luego, si eso, ya mirar el cuadrante para ver a donde se lleva al paciente.

Lo de los algoritmos está muy bien, proporcionan una uniformidad en la asistencia con una guía clara, sencilla y eficaz para trabajar, pero además deben contemplar la igualdad y no depender de si llueve (paraguas) o hace frio (abrigo) para elegir uno u otro, porque estamos llamando al error involuntario, a la suerte o a otros condicionantes y para eso no hace falta un algoritmo ni un consenso.

Cuando empezamos con la fibrinolisis extrahospitalaria en Málaga (no había ICP de guardia en ninguno de los hospitales), el servicio de emergencias 061 tenía dos UVImóviles (cada una asignada a un hospital de referencia), pero por la noche sólo quedaba una de guardia que se iba turnando entre ellas. Como la implantación de la fibrinolisis extrahospitalaria fue idea y esfuerzo de los profesionales del H. Clínico, sólo la unidad adscrita a ese hospital disponía de fibrinolítico en su dotación, así que cuando el paciente atendido a domicilio dependía del H. Carlos Haya, no se le podía aplicar esta técnica, llegando al extremo de que por la noche, no solo dependía de a qué hospital pertenecía el paciente, sino de qué UVImóvil estuviera de servicio.

Esto se arregló hace ya muchos años, tras unas cuantas situaciones digamos... anómalas (por no decir algo más fuerte).


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