He recogido este párrafo final que resuena como un grito:
Colegas:
Las experiencias vividas me han enseñado que los pacientes quieren que el médico les salude, les escuche, les mire a los ojos, ponga su mano en el hombro, haga lo correcto, prescriba lo justo y les consuele.
Los pacientes quieren del médico…
◦¡El encanto de su ciencia, la magia de su arte y el hechizo de su verbo!
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